jueves, 28 de febrero de 2013

EL MOMENTO... MI MOMENTO

   Hoy, cuando estaba con mis amigos en mi tetería favorita, disfrutando de un cálido y reconfortante sorbo de té, alguien quiso saber cuál había sido el momento más duro de nuestra vida, una pregunta un poco personal y en aquel momento fuera de lugar. Los demás debieron de pensar lo mismo porque todas las cosas que se pusieron a contar me parecieron banales. Lo mismo que mi respuesta. Me inventé lo más absurdo que se me ocurrió. 

   Sin embargo, desde ese momento, y sin darme cuenta, permanecí callada. Mi mente voló de forma inconsciente intentando buscar ese momento que ya tenía olvidado... Y sentí dolor, angustia, me faltó el aire y con  la excusa de que hacía mucho frío y que se hacía tarde, regresé a mi casa. 

   Me hace gracia cuando mis amigos, de la forma más bienintencionada posible, se ponen a darme consejos en plan: no pienses en lo triste, hay quien está peor... Entonces los miro con cara de "oh, sí, que razón tienes" pero mis ojos se preguntan que sabrán ellos del dolor que siente cada uno en su pecho. Es duro tener que sostener emocionalmente a tu familia cuando todavía eres prácticamente una adolescente, encontrarte una mañana a tu hermana pequeña agonizando en la cama, llorar la muerte de tu mejor amiga y de aquel que fue importante para ti, que tu propia familia (tu propia sangre) te dé la espalda y reniegue de una misma... Es duro vivir absolutamente todas las miserias que la vida puede ofrecer.

   Pero no me quejo de ello, porque cada obstáculo que me he ido encontrando en mi camino me ha hecho más sabia y más fuerte. Sonrío. Y cuando siento que caigo, que me derrumbo, no me importa no tener a nadie al lado que me sostenga, nunca lo he necesitado. Siempre caminé sola. Cuando la tristeza amenaza con invadirme, entonces mis pensamientos vuelan, no al momento más duro de mi vida, sino al más feliz, al único que recuerdo... 

   Y entonces deseo volver a ser aquella niña de 5 años que iba loca de contenta de la mano de su abuelo y disfrutando del dulce que con tanto amor éste le había comprado. 

lunes, 25 de febrero de 2013

AMOR COMPLETO

Este poema de William Morris lo dice todo. Creo que no hace falta explicar nada. Me quedo con cada una de sus palabras, pero quiero resaltar la última frase: "Mi Amor es solitario, más nunca será un secreto".   Jamás será un secreto.

¿Has anhelado, a través de los cansados días,
la visión fugaz del rostro amado?
¿Has clamado por un instante de paz
en medio del dolor de las penosas horas?
¿Has rogado por el sueño y la muerte,
cuando el dulce e inesperado consuelo
fue sólo sombras y aliento?
Hace mucho, demasiado, que el miedo no disminuye
Sobre estas ilusorias y reptantes flores.
Ahora descansa: pues aún en el reposo
podrás conservar todos tus anhelos.

Debes descansar y no temer
al acechante y sordo despertar
de una vida que transcurre a ciegas;
Llena de desperdicios y penas.
debes despertar y pensar en lo dulce
que es tu amor, en su íntimo ardor.
Será más dulce para los labios que conocerás,
más dulce de lo que tu corazón intenta ocultar:
Anhelos absolutos e insatisfechos.
La respuesta a todas las esperanzas
se cierran sobre ti, muy cerca.

Recordarás los antiguos besos,
y aún el frío dolor que crecía.
Recordarás aquella poderosa dicha,
y aún los ojos y las manos perdidas.
Recordarás todo el remordimiento
por lo escasos que fueron sus besos,
El sueño perdido de cómo se conocieron
es el sabor a miseria en tus labios marchitos.
Entonces parecía Amor, pero nacido para morir,
el Hoy es inquietud, dolor:
la bendición es el olvido, el silencio.

Mi Amor es solitario, más nunca será un secreto.

                                                                      W.M.

lunes, 11 de febrero de 2013

AMISTAD...

   Si os dais cuenta, los sentimientos más bonitos empiezan por am-, por ejemplo: amor, amabilidad, amistad...  Y en esta última palabra es donde me quiero detener: LA AMISTAD. 

   Este año estoy muy contenta porque no lo he podido empezar mejor, con las mejores amigas que jamás alguien puede tener. Son amigas que nunca te van a dejar en la estacada, que acuden a tu lado sin que tengas que llamarlas, que comparten sus risas, sus locuras, sus ganas de vivir y de pasarlo bien, pero que también te ofrecen su hombro cuando necesitas un apoyo.

   Pocas personas pueden sentirse tan afortunadas de tener lo que yo tengo y estoy más que segura de que soy muy envidiada por ello. Y más todavía porque tengo la suerte de trabajar con ellas codo con codo cada día. Así que: Sara, Loli, Bea, Meri, Vero... ya sabéis, a reírse hasta de nuestra sombra y que nos quiten lo bailao! Os quiero mucho!!!